The poder de la palabra Diaries
The poder de la palabra Diaries
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Esto nos recuerda que nuestras palabras pueden construir y edificar a los demás, o pueden destruir y derribarlos.
Las palabras son tan importantes que tendremos que rendir cuentas de lo que hayamos dicho cuando nos presentemos ante el Señor Jesucristo.
Por lo tanto, es importante que cuidemos y nutramos nuestro corazón, llenándolo de la Palabra de Dios y permitiendo que su Espíritu nos transforme. Solo entonces podremos utilizar nuestras palabras como un instrumento del amor y la gracia de Dios.
Es evidente que el poder de la palabra es enorme para hablar con otras personas de todo cuanto es bueno y bello en nuestra vida, este es probablemente uno de los mejores usos que tiene.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
En Lucas six:45, Jesús nos dice que «de la abundancia del corazón habla la boca». Esto significa que nuestras palabras son un reflejo de lo que hay en nuestro corazón.
¡No dejes pasar esta oportunidad de acercarte a la fe y fortalecer tu vida diaria con la palabra divina!
La Biblia here nos exhorta a usar nuestras palabras de manera responsable y sabia. En Efesios 4:29, se nos dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes».
La Biblia nos advierte que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado. Mateo 12:36 nos dice: «Pero os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio».
Recordemos siempre la importancia de buscar en la Palabra de Dios la guía y dirección para nuestras palabras y de someterlas al Manage del Espíritu Santo. Que nuestras palabras sean siempre una fuente de vida, edificación y sanidad para nosotros y para aquellos que nos rodean.
La palabra tiene un poder tremendo para construir o destruir. En esta predicación, exploraremos cómo las palabras pueden impactar nuestras vidas y las vidas de quienes nos rodean.
La Palabra de Dios nos llama a ser cuidadosos con nuestras palabras y a evitar cualquier forma de lenguaje ofensivo o vulgar. En lugar de eso, debemos elegir palabras que construyan y edifiquen a los demás.
Esto nos recuerda que nuestras palabras tienen consecuencias y debemos ser responsables de lo que decimos.
Recordemos que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado ante Dios. Debemos ser conscientes de esto y usar nuestras palabras para honrar a Dios y beneficiar a los demás.